Santa Iglesia Catedral de Trujillo |
¨Trujillo, la perla de los Andes venezolanos se funda en 1557; pero pasa
sus trece primeros años en perpetuas mutaciones, sin poder jamás asentarse
definitivamente en los diferentes y variados sitios que escoge. En 1570 logra
por fin encontrar sosiego y reposo, pues, poniéndose bajo la advocación de
Nuestra Señora de la Paz, se establece la ciudad en el lugar donde hoy se
encuentra y en el cual gozó por largos años de dulce tranquilidad. Esta ciudad
llegó a ser una de las más ricas de la provincia y su opulencia atrajo la
codicia de los piratas de ultramar... Los trujillanos, cumpliendo las promesas
de sus antepasados, celebran siempre con jubilosos festejos la fiesta de María
La Protectora". (Hermano
Nectario María).
Esta ciudad,
Trujillo, en la que está la iglesia de la que vamos a hablar, llegó aquí a este
sereno valle de los indios Mukas, valles de la Quebrada de Los Cedros, a
finales del año 1570. Sin embargo, había andado ya unos trece o catorce años
dando tumbos por sitios distintos de la provincia de los Cuicas, entre Escuque,
Motatán, Boconó, Pampán, para sólo nombrar cuatro lugares previos. Nadie habla
de que en ellos hubo iglesia material construida. La ciudad portátil llegó a
este valle, y de inmediato entonces hubo de haber comenzado la construcción
material de una pequeña iglesia, quizás la segunda construcción o proyecto,
luego de la demarcación del espacio que ocuparía la plaza mayor.
Ramón
Urdaneta dice que:
La
historia eclesiástica de Trujillo comienza en el mismo momento de su fundación.
Pocas ciudades venezolanas han tenido tan arraigada y feraz vida cristiana como
la de este pueblo andino. Y quizás ningún centro de provincia ha albergado
tanto dignatario clerical, que no sea de los suyos, ni menos ha creado tanta
tradición y calidad dentro de ambiente religioso de su región.
Entonces el
nombre Trujillo que, anduvo trashumante, también cargó tangencialmente su
iglesia a hombros, hasta que la depositó como construcción física muy endeble
en ese sitio donde hoy la hallamos, en los años inmediatos a 1570, pues en sus
días finales la ciudad comenzó a edificarse en este muy limitado espacio, como
siempre ha sido su territorialidad urbana, aunque la ciudad fue extensa, muy
extensa como provincia, según relata la geohistoria regional.
La iglesia,
como institución se regó por todo el espacio cuyos nombres cita la
historiografía; la hubo: Iglesia-hombre desde Escuque en aquel primer
poblamiento. Pero definitivamente la hubo, como asentamiento material visible,
con aquella primera edificación que se fue haciendo desde los primeros meses de
1571.
Al respecto
dice el Dr. Marcos Rubén Carrillo, lo siguiente:
Como
era costumbre, se procedió de inmediato a determinar el sitio donde debía estar
la plaza principal y donde se levantaría el templo de la ciudad; se señaló una
parcela cuadrada de cien varas por lado, al Sur de la Plaza principal para
edificaciones religiosas, destinándose a cementerio la parte de atrás de dicha
parcela.
Dice el relato
del historiador:
En el
centro del terreno señalado se levantó entonces un rústico templo de una sola
nave, con paredes de bahareque, techos de palma y piso de ladrillo; algunas
imágenes pintadas o esculpidas por frailes franciscanos y los ornamentos y
vasos sagrados indispensables para las ceremonias del culto, constituían su decorado y su mobiliario. Esta
iglesia estuvo al cuidado de los Padres Dominicos de la Orden de Predicadores
que se habían instalado en 1606 en una casa construida al final de poblado, por
la parte de Oriente.
De acuerdo con
lo que dice el doctor Carrillo, había establecidas en la ciudad varias órdenes religiosas: los franciscanos
y los dominicos. Y si vemos la estructuración humana de la ciudad conventual,
pues Trujillo fue durante todo el proceso colonial una ciudad Conventual, por
eso la iglesia local fue fuerte y decidora en los asuntos de la urbe, pues se
constituyen consecutivamente tres conventos en ella: el Convento de San Antonio
de Padua de la Recolección o Convento de San Francisco (1575), el Convento de
Santo Domingo de Guzmán o de los Monjes Jerónimos de la Candelaria (Orden de
los Predicadores Dominicos (1581), ambos en el siglo XVI; y el Convento de las
Reginas: Regina Angelorum, de Monjas Dominicas (1598-1618). A eso
agregamos la Iglesia de San Jacinto, que ya para el año 1633 tenía abiertos los
libros bautismales. Del mismo tiempo, diremos, la Iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá,
que a decir de Ramón Urdaneta "fue antiguamente la ermita del Hospital que
mandó edificar en 1681 el obispo fray Antonio González de Acuña".
Y todavía más,
el notable historiador José del Rey Fajardo indica que el obispo Agreda,
"había fundado en 1576, un estudio de latinidad en la ciudad de Trujillo".
Esto es importante porque el propósito de dicho obispo no era otro que comenzar
a formar sacerdotes venezolanos para nutrir el clero y hacerlo paulatinamente
autóctono.
Y todo ese
movimiento religioso se gestó en ese tiempo (un siglo) alrededor de ese templo
matriz de la ciudad, que por ello comenzó a concentrar el interés creciente de
las autoridades obispales nacionales, que, obsecuentes con esta provincia, pues
les gustó establecerse aquí, como si Trujillo tuviese un aura especial de
atracción, o porque la ciudad fue realmente propicia a la acción eclesial.
Obispos de Caracas y de Venezuela: Agreda desde Coro miró y ayudó a nuestra
Iglesia, le dio conventos y escuelas de
clero, y abrió el camino para esa acción fecunda que tuvo la iglesia a lo largo
de los siglos XVII, XVIII y XIX, como se determina en la historia que
parcialmente han ido escribiendo nuestros historiadores Mario Briceño Iragorry,
Mario Briceño Perozo, Ramón Urdaneta, María Luisa Villalba de Pinto, Marcos
Rubén Carrillo, S. Joaquín Delgado, Francisco Domínguez Villegas, Vicente
Hernández Peña, entre otros que han historiado suficientemente nuestra iglesia
matriz.
Desde el
principio se vio la importancia y trascendencia que alcanzaría en los tiempos
venideros: entre religión y educación; doctrina y enseñanza; servicio y
significado, que así podemos condensar lo que ha sido en sus siglos de vida.
Y sus rasgos
físicos, su primera y casi definitiva fisonomía secular, porque la torre, fue
un agregado que se le hizo en la última década del siglo XIX, cuando ya tenía
233 años de vida. Por lo que en una rápida secuencia podemos anotar que su
construcción comenzó en 1629 - 1630, por ahí, y se prolongó hasta el año de
1662 (Por cierto, esta fecha es un distintivo de la ciudad de Trujillo). Se
visualiza en la parte posterior de la iglesia. Debiera ser uno de los signos
icónicos de la trujillanidad. En ese
tránsito de 30 años, dice el Dr. Carrillo, visitaron a Trujillo altísimos
prelados de la Iglesia nacional e internacional, que venían a supervisar la
construcción.
Subrayamos, que
la fecha de culminación del templo fue el año de 1662. Era pequeña, de una sola
puerta y de tres naves. Un campanario agregado en la parte de arriba, con tres
ventanillas, y la Cruz de Santiago encima, pues esta iglesia nació bajo la
advocación de Santiago Apóstol de San Roque, y luego de la Virgen de la Paz,
aunque esta última advocación es la que ha perdurado en el tiempo. Pero la cruz
frontal en su techo identifica su origen.
Luego,
consecutivamente llegarían a Trujillo dos prominentes obispos de Venezuela,
Fray Alonso Briceño y Fray Antonio González de Acuña que despacharon desde esa
Iglesia. Nada más y nada menos, que nuestro templo sirvió en esos años de sede
obispal nacional. Y cuando el segundo de los obispos nombrados edificó el
Hospital de Caridad le anexó la ermita de Nuestra Señora de Chiquinquirá, fue
entonces cuando el templo principal comenzó a llamarse Iglesia Matriz. Estos
dos dignatarios modernizaron la pequeña ciudad.
La primera gran
descripción de la iglesia Matriz la hizo el Obispo Dr. Mariano Martí, Obispo de
Caracas y de Venezuela. Este famoso
prelado hace una descripción pormenorizada de lo que era el templo para la
fecha, año 1777.
"La Iglesia
Parroquial de esta Ciudad está dedicada a Nuestra Señora de la Paz", comienza su extenso relato.
Durante un
largo proceso secular, entre los siglos XVIII y XX, la iglesia trujillana
estuvo bajo la administración de la Diócesis y Arquidiócesis de Mérida de
Maracaibo, luego Mérida, hasta 1957, cuando fue creada la Diócesis de Trujillo.
El gran fervor
patriótico que distingue a nuestra Santa Iglesia Matriz de Trujillo, se reúne
en el hecho de que fue visitada por el Libertador Simón Bolívar durante las
cuatro veces que estuvo en la ciudad. Fue epicentro de los hechos religiosos
colaterales de la Campaña Admirable, centro espiritual de los Tratados de
Trujillo, centro del primer encuentro entre el Vaticano y la República de
Colombia, en 1821, por la entrevista entre el Obispo Lasso de la Vega y el
Libertador Simón Bolívar.
En 1886, la
comenzó a servir como Vicario, el gran sacerdote Monseñor Dr. Estanislao
Carrillo, quien la rigió durante 65 años. Y fue durante su gestión, en los
primeros años entre 1890 y 1895 cuando se construyó la célebre Torre de la
Iglesia Matriz. Y en esta torre hay muchos momentos históricos relevantes: las
campanas memoriosas, su incendio en 1899, y su tradicional RELOJ, que según el
historiador Arturo Cardozo, le fue colocado precisamente en aquel año funesto
de 1899:
"Fija
el reloj público en la torre de la Iglesia Matriz de Trujillo". (Sobre el cauce de un pueblo, p. 269).
Este reloj
seguramente fue destruido en el incendio de la torre ocurrido ese mismo año.
Luego, otro reloj para la misma iglesia fue donado a Trujillo por el General
Cipriano Castro, presidente de la República, en 1904, y colocado y puesto en
servicio un año después, en 1905.Este reloj público fue el primero de la
ciudad.
Durante gran
parte de los primeros cincuenta años del siglo XX, la Iglesia Matriz estuvo
bajo la conducción de ese eximio Pastor que fue Monseñor Estanislao Carrillo.
Él la sostuvo y la socorrió, pues el templo viejo era constantemente asediado
por las contingencias del tiempo. Su sucesor el Presbítero Dr. Rafael María
Villasmil, la dirigió con luces y mucha fortaleza. Este sacerdote fue un
bastión para la creación de la Diócesis de Trujillo, en 1957. Y el histórico templo adquirió este mismo
año, por segunda vez, ahora si definitivamente, la categoría de IGLESIA
CATEDRAL, por ser la residencia del Obispo. Ya antes, en 1912, en un
inolvidable homenaje al Padre Carrillo, cuando se le dio por el Papa la
dignidad de Monseñor y la Condecoración: "Prelado Doméstico de Su
Santidad", la histórica Iglesia había recibido la condición de ser
Catedral.
En 1970.
Durante el Obispado de Monseñor José León Rojas, la Iglesia Catedral de
Trujillo sufrió una total restauración, tanto en su estructura interna como en
su fachada exterior- Se le quitó la pátina oscura a su torre y se le eliminó el
púlpito de mármol blanco que le había donado el General Juan Vicente Gómez, en
1924.
Lo más
importante que podemos decir, es que la Iglesia Matriz de Trujillo es el templo
de la paz.
La Iglesia Catedral de Trujillo es mariana por los
cuatro costados. Simboliza la fe en la paz que por siglo anida en el corazón de
los trujillanos. Es la Iglesia de la Paz como emblema sanguíneo por las venas
de la historia. Es la Iglesia del fulgor, de la creencia y de la esperanza como
tributos espirituales de los hijos de esta bendecida tierra de Dios. (AMM).
CARRILLO, Marcos Rubén. La Catedral de Trujillo. (1969). Trujillo. Imprenta Oficial.
CASTELLANOS, Rafael Ramón. Relación de un viaje por tierras de los cuicas. (1958). Caracas. Imprenta Nacional.
FAJARDO, José del Rey. La Pedagogía Jesuítica en la Venezuela Hispánica. (1979). Caracas. Talleres de Italgráfica, S.R.L.
URDANETA, Ramón. (1956). Trujillo y la Iglesia. Zaragoza. España.
VILLALBA DE PINTO, María Luisa. (1973). Los Conventos de Trujillo. Talleres de Italgráfica, S.R.L.
Fuente: https://memoria-trujillana.blogspot.com/2021/10/la-iglesia-catedral-de-trujillo.html
***Advertencia: esta publicación cuenta con Derechos de Autor © ALÍ MEDINA MACHADO***
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